viernes, 2 de abril de 2021

Inca Garcilaso de la Vega

INCA GARCILASO DE LA VEGA


  • Hijo del capitán español Garcilaso de la Vega Vargas y la princesa indígena Isabel Chimpu Occllo, sobrina de Huayna Capaq.
  • Creció en el Cusco hasta 1560. Allí vivió su infancia y mocedad, entre las sangrientas guerras civiles. Se nutrió por la línea materna de tradiciones indígenas del imperio ya fenecido.
  • Gozó de privilegios de la aristocracia cusqueña a la cual perteneció. Su padre se preocupó por educarle en la cultura clásica y lo bautizó cristiano con el nombre de Gómez Suárez de Figueroa.
  • En España, sufrió discriminación por su origen indiano. Fue soldado del ejército de su majestad y participó en múltiples campañas, siendo la más importante la batalla de las Alpujarras. Llegó a ostentar el grado de capitán.
  • Retirado del ejército, se refugió en Montilla y en la tranquilidad de la vida conventual redactó sus crónicas y traducciones.
  •  Falleció en Córdova, el 23 de abril de 1616.
OBRA
* 1590 : Traducción de Los diálogos de amor de León el Hebreo (Madrid)
* 1596 : Relación sobre la descendencia de García Pérez de Vargas
* 1605 : La Florida del Inca.
Tiene como motivo la expedición española, encabezada por don Hernando de Soto, a la Florida norteamericana en busca de la fuente de la eterna juventud.
* 1609 : Comentarios reales de los Incas
Narra en forma idílica los hechos del imperio fenecido. Organización política, económica, social, etc.
* 1617 : Historia general del Perú (edición póstuma) (2da parte de los Comentarios Reales)
Narra los hechos de la conquista española hasta las guerras civiles entre pizarristas y almagristas.
Muestra una visión conciliadora desde una perspectiva netamente cristiana.

HISTORIA GENERAL DEL PERÚ
LIBRO PRIMERO
Empieza con el triunvirato que formaron tres españoles para ganar el imperio de los incas, a quienes la historia los conoce como los tres socios de la conquista: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque. Se relatan las duras faenas que sufrieron durante los viajes de exploración por las costas tropicales, el episodio célebre de los Trece de la Fama en la isla del Gallo, la llegada a la ciudad de Tumbes del artillero Pedro de Candía, donde protagonizó el milagro de amansar a un león (puma) que los indios le arrojaron. Luego se produce el viaje de Francisco Pizarro a España para entrevistarse con el emperador Carlos V, donde acuerda la capitulación de Toledo, retornando a América para emprender su tercer viaje hacia el Perú. Se despliegan enseguida todos los episodios importantes de los inicios de la conquista: el combate contra los naturales de la isla de la Puná, el desembarco en Tumbes, la fundación de San Miguel de Piura y la marcha hacia Cajamarca, en cuyo trayecto se encuentran con una embajada del inca Atahualpa. Luego Hernando Pizarro y Hernando de Soto se entrevistan con el mismo inca en los baños cercanos a Cajamarca. Siguiendo lo acordado allí, el inca y su séquito entran a la plaza de Cajamarca, donde le sale el encuentro el cura Vicente de Valverde y el intérprete Felipillo. Citando la obra (perdida) del padre Blas Valera, Garcilaso intenta desmentir las versiones tradicionales de este episodio. El Inca nunca arrojó la Biblia al suelo durante el requerimiento ni vociferó contra los españoles, sino que insistió en que le dieran razones para someterse al emperador Carlos V y convertirse a la fe cristiana, pero por no lograrse una cabal traducción surgió el malentendido. Los españoles atacan desatando una masacre de indios. Atahualpa es capturado y tomado prisionero; en tal situación ofrece un crecido rescate para lograr su libertad. Hernando Pizarro viaja a Pachacámac a fin de apresurar el envío del oro. El inca Huáscar, cautivo en manos de los atahualpistas, se encuentra en un camino andino con dos exploradores españoles, a quienes pide infructuosamente que lo liberen; poco después los españoles se enteran de su muerte, presumiblemente realizada por orden de Atahualpa, a fin de que no se entendiera con ellos. Almagro llega a Cajamarca y apoya la eliminación del inca Atahualpa. Los españoles apresuran el reparto del rescate, a pesar de no haberse reunido la cantidad prometida. Se inicia un inicuo proceso contra Atahualpa, a quien se le acusa, entre otros cargos, de polígamo, idólatra, incestuoso y asesino de su hermano, así como de tramar un ataque de indios contra los españoles. Se le condena a muerte, siendo estrangulado en la plaza de Cajamarca. Finaliza el libro destacándose la lealtad inquebrantable que algunos indios tuvieron hacia los españoles, en agradecimiento de favores recibidos.

LIBRO QUINTO
Empieza con la elección del licenciado Pedro de la Gasca para que se encargase de la pacificación del Perú, quien parte de España sin llevar ejércitos, sino solo poderes extensos que le dio el mismo emperador para castigar y perdonar. Las leyes nuevas fueron derogadas y se ofreció el perdón a los rebeldes a cambio de volver a la fidelidad hacia la Corona. Gasca llega a Tierra Firme, y luego de pasar por Santa Marta y Nombre de Dios, llega a Panamá sin mayor contratiempo. Es conocido con el título de Presidente. Su primer éxito es lograr la deserción de la armada de Gonzalo Pizarro al mando del almirante Pedro de Hinojosa. Luego se embarca al Perú. Diego Centeno sale de su refugio y toma la ciudad del Cuzco. Gasca envía a Lorenzo de Aldana con cuatro navíos a la Ciudad de los Reyes a Lima. Muchos hombres de Gonzalo desertan de su causa y se suman a Gasca, quien instala su campamento en Jauja. Gonzalo se retira a Arequipa y junto con Carvajal abre campaña contra Centeno en el altiplano, cerca del lago Titicaca. Diego Centeno le sale al encuentro y se libra la batalla de Huarina. Gracias a la arcabucería hábilmente dirigida por Carvajal, Gonzalo logra un triunfo espléndido e inesperado. En esa batalla el capitán Sebastián Garcilaso de la Vega cedió su caballo Salinillas a un herido y fugitivo Gonzalo, que hasta ese momento se consideraba en derrota, ayuda que aparentemente trastocó el resultado de la batalla, pero el inca Garcilaso se encarga de refutar esa aseveración. Pese a este triunfo, las fuerzas de Gonzalo continúan mermando y finalmente se encuentran con Gasca y su ejército en la batalla de Sacsahuana, librada cerca del Cuzco. No hubo allí en realidad batalla sino un desbande de las fuerzas de Gonzalo que se pasaron a las de Gasca; a la cabeza de los desertores iba el padre de Garcilaso, quien se rehabilita de esa manera, aunque se le apodará desde entonces como “el leal de tres horas”. Gonzalo, Carvajal y otros capitanes rebeldes son capturados, procesados y ejecutados. Las cabezas de Gonzalo y Carvajal son expuestas en la plaza de armas de Lima, mientras que los miembros descuartizados de Carvajal se colocan a lo largo de los caminos del Cuzco, los cuales los ve Garcilaso, entonces niño de 10 años, quien cuenta que uno de sus compañeros de escuela tocó una de las piernas de Carvajal, hasta hundir en ella todo el dedo, a raíz de lo cual este se le infectó. El niño enfermó gravemente, ennegreciéndosele todo el brazo, pero logró sanar al cabo de unos meses.




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